El evangelio de Cristo y los negros

Agosto 17, 1949                                La primera Presidencia emitió la siguiente declaración: “La actitud de la iglesia en referencia a los negros permanece donde simpre ha estado. No es cuestión de la declaración de una política, sino un mandamiento directo del Señor, sobre el cual está fundada la doctrina de la iglesia desde su organización, al efecto de que los negros pueden ser miembros de la iglesia pero no se les confiere el sacerdocio en el momento actual. Los profetas del Señor han hecho varias declaraciones en cuanto a la operación del principio.”

Brigham Young dijo, “¿porqué muchos de los habitantes de la tierra son malditos con el color negro en la piel? Viene como consecuencia de sus padres al haber rechazado el santo sacerdocio, y la ley de Dios. Irán a la muerte. Y cuando todo el resto de los hijos hayan recibido sus bendiciones en el santo sacerdocio, entonces ésa maldición será quitada de la semilla de caín, y entonces vendrán y poseerán el sacerdocio, y recibirán todas las bendicones a las que ahora (los blancos) tenemos derecho.”

El Presidente Wilford Woodruff hizo la siguiente declaración: “El dia vendrá cuando todos los de ésa raza serán redimidos y poseerán todas las bendicones que ahora nosotros tenemos”.

La posición de la iglesia concerniente al negro puede ser entendida cuando se tiene en mente otra doctrina de la iglesia, es decir, la conducta de los espíritus en la existencia premortal y cómo tiene un efecto determinante sobre las condiciones y circunstancias sobre la que los espíritus toman su mortalidad. Aunque los detalles de éste principio no se han hecho conocidos, la mortalidad es un privilegio que ha sido otorgado a todos aquellos que mantienen su primer estado; y el privilegio es tan grande, que los espíritus desean venir a la tierra, y tomar cuerpos sin importar las desventajas en cuanto a la clase de cuerpos que les tocará; y que entre ésas desventajas, el no tener el derecho a gozar en mortalidad las bendiciones del sacerdocio. Bajo éste principio no hay injusticia involucrada en el privar del sacerdocio a los negros.