Jedediah M. Grant y el "dar tu esposa al profeta"
Febrero 19, 1854
A continuación, fragmento de un discurso dado por Jedediah M. Grant, Segundo Consejero a Brigham Young:
"Cuando la organización de la familia fué revelada desde los cielos -se inició el orden patriarcal de Dios- y José Smith empezó a la derecha y a la izquierda a añadir a su familia, hubo un gran temor en Israel. Un hermano le decía a otro, "José dice que todos los convenios ya no sirven sino éste nuevo y sempiterno convenio, ahora, supongan que José viene, se pone frente a ustedes y les pide su esposa, ¿qué harían?, ¿qué dirían a éso?. "Yo le diría que se vaya al infierno", ése era el espísritu de muchos en éstos dias de la iglesia en sus inicios.
...si el Dios Todopoderoso ha organizado un gobierno en la tierra, y ha otorgado las llaves y el Sacerdocio a su profeta, ése profeta tiene jurisdicción sobre toda la tierra, al igual que Adan lo hizo al inicio. Y los hombres justos de cada dispensación desde la creación, si han tenido llaves, sobn las llaves del reino de Dios, , y se han extendido sobre éste ancho mundo, dondequiera que Dios tenga su pueblo y gobierno, y tan lejos como el Sacerdocio ejercitara su autoridad, hasta ése punto alcanzaba la ley del Señor".
Si José Smith tenía el derecho de ordenarme en relación a mi salvación, en relación a la vida en el más allá, tendría el derecho de ordenarme en relación a todos mis asuntos mundanos, en relación a los tesoros de la tierra, y en relación a la tierra misma. Tendría el derecho de ordenarme en relación a las ciudades de la tierra, a los habitantes de la tierra, y en relación a todo lo que estuviese en la tierra y el mar. Es lo que tendría el derecho a hacer, si tuviera algún derecho. Si no tuviera tal derecho, no tendría el Sacerdocio de Dios, no tendría el Sacerdocio sin fin que emana de un Ser eterno. Un sacerdocio que está cortado y no tiene extensión, no es el Sacerdocio de Dios, le falta profundidad, porque el Sacerdocio en los tiempos antiguos se extendia sobre el amplio mundo, y llenaba el universo, y tenía el derecho de ordenar y controlar a los habitantes en él, para regularlos, para darles leyes, y para que se ejecuten ésas leyes. Ese poder es el Sacerdocio de Dios. Este mismo Saserdocio ha sido dado a José Smith, y ha sido pasado a sus sucesores.
No me interesa cuántos demonios griten, no es problema para mi. Yo digo, griten cuanto quieran, yo les voy a dar muchas revelaciones, sea que ustedes fuesen buenos ó malos espíritus, porque confío en el ancla de mi vida, que es firme y segura, que es el Sacerdocio de Dios sobre la tierra.
¿Qué es lo que un hombre de Dios haría, si es que es justo, cuando José le pidiese su dinero? Probablemente diria "Si, y cómo desearía tener más para ayudarte a construir el reino de Dios. y si viniera y le dijera quiero tu esposa, oh si, diría, aquí está y hay muchas más." Entonces se desarrolla la gran fibra del Sacerdocio. El gran objetivo era probar a la gente de Dios para ver qué era lo que había en ellos. Si tal hombre de Dios hubiera venido a mi, y me hubiera dicho "quiero tu oro, y plata, y tus esposas" , yo le hubiera dicho aquí están, hubiera querido tener más para dártelas, toma todo lo que tengo". Un hombre que tiene el Espíritu de Dios y la luz de la eternidad en él, no tiene problema acerca de éstas cosas.
- EL Poder de Dios y el Poder de Satan, Journal of Discourse, Volumen 2, páginas 13 y 14
Zina Diantha Huntington, fué una esposa poliádrica de José Smith, quien simultáneamente se hallaba ya casada con Henry Bailey Jacobs cuando se selló al profeta.
Mary Elizabeth Rollins Lightner, casada con Adam Lightner, madre de dos niños y embarazada de un tercero cuando se selló a José Smith en 1842
Sarah Ann Withney, se casó con Joseph C. Kingsbury nueve meses después de su sellamiento a José Smith.
A continuación, fragmento de un discurso dado por Jedediah M. Grant, Segundo Consejero a Brigham Young:
"Cuando la organización de la familia fué revelada desde los cielos -se inició el orden patriarcal de Dios- y José Smith empezó a la derecha y a la izquierda a añadir a su familia, hubo un gran temor en Israel. Un hermano le decía a otro, "José dice que todos los convenios ya no sirven sino éste nuevo y sempiterno convenio, ahora, supongan que José viene, se pone frente a ustedes y les pide su esposa, ¿qué harían?, ¿qué dirían a éso?. "Yo le diría que se vaya al infierno", ése era el espísritu de muchos en éstos dias de la iglesia en sus inicios.
...si el Dios Todopoderoso ha organizado un gobierno en la tierra, y ha otorgado las llaves y el Sacerdocio a su profeta, ése profeta tiene jurisdicción sobre toda la tierra, al igual que Adan lo hizo al inicio. Y los hombres justos de cada dispensación desde la creación, si han tenido llaves, sobn las llaves del reino de Dios, , y se han extendido sobre éste ancho mundo, dondequiera que Dios tenga su pueblo y gobierno, y tan lejos como el Sacerdocio ejercitara su autoridad, hasta ése punto alcanzaba la ley del Señor".
Si José Smith tenía el derecho de ordenarme en relación a mi salvación, en relación a la vida en el más allá, tendría el derecho de ordenarme en relación a todos mis asuntos mundanos, en relación a los tesoros de la tierra, y en relación a la tierra misma. Tendría el derecho de ordenarme en relación a las ciudades de la tierra, a los habitantes de la tierra, y en relación a todo lo que estuviese en la tierra y el mar. Es lo que tendría el derecho a hacer, si tuviera algún derecho. Si no tuviera tal derecho, no tendría el Sacerdocio de Dios, no tendría el Sacerdocio sin fin que emana de un Ser eterno. Un sacerdocio que está cortado y no tiene extensión, no es el Sacerdocio de Dios, le falta profundidad, porque el Sacerdocio en los tiempos antiguos se extendia sobre el amplio mundo, y llenaba el universo, y tenía el derecho de ordenar y controlar a los habitantes en él, para regularlos, para darles leyes, y para que se ejecuten ésas leyes. Ese poder es el Sacerdocio de Dios. Este mismo Saserdocio ha sido dado a José Smith, y ha sido pasado a sus sucesores.
No me interesa cuántos demonios griten, no es problema para mi. Yo digo, griten cuanto quieran, yo les voy a dar muchas revelaciones, sea que ustedes fuesen buenos ó malos espíritus, porque confío en el ancla de mi vida, que es firme y segura, que es el Sacerdocio de Dios sobre la tierra.
¿Qué es lo que un hombre de Dios haría, si es que es justo, cuando José le pidiese su dinero? Probablemente diria "Si, y cómo desearía tener más para ayudarte a construir el reino de Dios. y si viniera y le dijera quiero tu esposa, oh si, diría, aquí está y hay muchas más." Entonces se desarrolla la gran fibra del Sacerdocio. El gran objetivo era probar a la gente de Dios para ver qué era lo que había en ellos. Si tal hombre de Dios hubiera venido a mi, y me hubiera dicho "quiero tu oro, y plata, y tus esposas" , yo le hubiera dicho aquí están, hubiera querido tener más para dártelas, toma todo lo que tengo". Un hombre que tiene el Espíritu de Dios y la luz de la eternidad en él, no tiene problema acerca de éstas cosas.
- EL Poder de Dios y el Poder de Satan, Journal of Discourse, Volumen 2, páginas 13 y 14
Zina Diantha Huntington, fué una esposa poliádrica de José Smith, quien simultáneamente se hallaba ya casada con Henry Bailey Jacobs cuando se selló al profeta.
Mary Elizabeth Rollins Lightner, casada con Adam Lightner, madre de dos niños y embarazada de un tercero cuando se selló a José Smith en 1842
Sarah Ann Withney, se casó con Joseph C. Kingsbury nueve meses después de su sellamiento a José Smith.
Etiquetas: Jedediah Morgan Grant, Jose Smith, Mary Elizabeth Rollins, Poliandría, Sarah Ann Whitney, Zina Huntington
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