Carta de la Primera Presidencia

En la primera quincena de Julio, los obispos de todos los Barrios han leído una carta de la Primera Presidencia y el Consejo de los Doce, donde muestran su posición frente al matrimonio homosexual recientemente aprobado por la Corte Suprema de los Estados Unidos.

En ella declaran que "el matrimonio entre un hombre y una mujer fué instituído por Dios y es central a Su plan para sus hijos, y para el bienestar de la sociedad".

Que las Autoridades Generales digan solemnemente, a través de una carta que el matrimonio instituído por Dios es entre UN HOMBRE y UNA MUJER, deja a la poligamia en muy mal sitio. Pues si hay unión entre UN HOMBRE y VARIAS MUJERES, no es instituído por Dios.

Los primeros seis presidentes de la iglesia se encuentran dentro de los que vivían fuera del matrimonio instituído por Dios.

También dicen que "una familia construída sobre la base de un hombre y una mujer, es el mejor arreglo para que se desarrolle el plan de felicidad de Dios".

De manera que una familia construída sobre la base de UN HOMBRE y VARIAS MUJERES  no es lo mejor para que se desarrolle el plan de felicidad de Dios para sus hijos, los hombres?

Añaden, "las relaciones sexuales fuera de tal matrimonio (un hombre y una mujer) son contrarias a las leyes de Dios pertinentes a la moralidad."

Es decir, los seis presidentes de la iglesia y los miles de LDS que por sesenta años practicaron la poligamia se encuentran dentro de la categoría de inmorales porque no se ajustan a las leyes pertinentes de Dios.

Y, para confirmar lo anterior, la carta dice: "Su ley de castidad es clara: las relaciones sexuales son solamente propias entre un hombre y una mujer que se encuentran legalmente casados como marido y mujer". La ley civil de los Estados Unidos de Norteamérica nunca legalizó la poligamia, de manera que todos ;ps matrimonios polígamos rompieron la ley de castidad, muy claramente, según la declaración de la Primera Presidencia y Consejo de los Doce, leída recientemente en todos los Barrios.